Tratamientos Conductuales

El ser humano a lo largo de su vida experimenta diferentes eventos de los cuales desarrolla un aprendizaje. Esto significa que la persona adquiere conocimientos, habilidades, destrezas y hábitos a lo largo de su vida que utiliza en su día a día. A esto se le denomina conducta. Sin embargo, en ocasiones hay conductas que no benefician a la persona y provocan sufrimiento, insatisfacción, malestar o problemas con uno mismo y los demás. Estas acciones también pueden llegar a impedir el desarrollo o el logro de objetivos. Por lo que en estos caso se emplean intervenciones conductuales como la Modificación Conductual o la Terapia de Conducta.

La modificación conductual es un enfoque utilizado para mejorar comportamientos o habilidades específicas como: destrezas de crianza o habilidades de docencia. También se utiliza para implementar estrategias en personas con limitaciones (físicas o psicológicas) de esta forma adquieren herramientas que les permite adaptarse en los diferentes ámbitos cotidianos. Asimismo, la modificación conductual se emplea para cambiar comportamientos perjudiciales como los malos hábitos (alimentación desequilibrada, falta de ejercicio), agresión, impulsividad, consumo de tabaco entre otros. Los comportamientos a trabajar son aislados, no equivalen a un trastorno. Esta intervención es principalmente utilizada para mejorar la calidad de vida, desarrollo de potencial, optimizar el ambiente, adaptabilidad y promoción de la salud.

La Terapia Conductual, por otro lado, se emplea en conductas dañinas relacionadas a trastornos mentales o psicológicos como por ejemplo: anorexia, bulimia y adicciones entre otros padecimientos. Los tratamientos conductuales son la herramienta principal para este tipo de situaciones, se emplean las técnicas según la conducta y gravedad. La persona al modificar su comportamiento permite que posteriormente la intervención pueda incorporar los elementos emocionales, pensamientos y creencias del individuo. Por lo que en la Terapia Cognitivo Conductual es común que para terminar el Tratamiento Conductual, como medida de prevención de recaídas, se apliquen técnicas de regulación emocional y relajación.

El tratamiento se basa en los principios del conductismo. El objetivo es reforzar las conductas deseables y eliminar las no deseadas o desadaptativas, es decir un enfoque centrado en la acción respecto a la conducta problema. En ambos tratamientos se utilizan las mismas estrategias, sin embargo, según la gravedad, la aplicación se ve modificada.